Elegir la terapia apropiada para tratar un cáncer de próstata es un elemento crucial para conservar una alta calidad de vida una vez superada la enfermedad. En la actualidad existen diferentes opciones a elegir. En esta ocasión entrevistamos al Dr. Ricardo García Navas para que nos hable de una ellas: la terapia focal.

¿En qué consiste la terapia focal?

La Terapia Focal es un tratamiento del cáncer de próstata que pretende tratar sólo parte de la próstata y no, como tradicionalmente se preconizaba, toda la glándula. Se basa en el concepto de “lesión índice” (index lesion) que es la lesión de mayor grado del cáncer y/o la de mayor de tamaño,  que se considera que es la que condiciona la supervivencia oncológica del paciente.

De esta manera se consigue controlar el cáncer con mínima lesión de las bandeletas neurovasculares, el esfínter urinario y la uretra, estructuras que condicionan la calidad de vida, calidad miccional, conservación de la continencia y de la erección.

Se pueden emplear distintas fuentes de energía: frío (crioterapia), ultrasonidos de alta frecuencia (HIFU), radioterapia (braquiterapia focal), láser fotodinámico o la electricidad (electroporación). Ninguna de ellas ha demostrado ser mejor que otra y es, en general, la experiencia del cirujano y las mejoras en cuanto a tecnología las que nos hace decidirnos por una u otra.

En el Servicio de Urología del Hospital San Rafael hemos optado por el HIFU focal (FocalOneR) que obtiene muy buenos resultados y que permite un control exquisito durante todo el procedimiento y al finalizarlo. Ofrece un sistema de fusión elástica de las imágenes de Resonancia Magnética Nuclear multiparamétrica (RMNmp) y de la biopsia previamente realizada para poder dirigir el tratamiento en todo momento.

¿Para qué casos está indicada la Terapia Focal?

La terapia focal está indicada, como norma general en casos de tumores no extensos y de grado bajo o intermedio. Hoy por hoy, las guía de buena práctica clínica, ej. Guía Cáncer de Próstata de la Asociación Europea de Urología (EAU), recomiendan este tratamiento en pacientes con similares criterios de inclusión a la Vigilancia Activa que deseen, sin embargo, un tratamiento activo evitando la posibilidad de efectos secundarios.

La principal dificultad de la Terapia Focal

Es el seguimiento a largo plazo de los pacientes y el que se utilicen distintas técnicas. Aún no hay datos de supervivencia a largo plazo (10 años) por lo que esta modalidad de tratamiento debe recomendarse con cierta cautela.

¿Qué duración y efectividad tiene el tratamiento?

La última revisión de la Literatura (van der Poel , H.G., et al. Focal Therapy in Primary Localised Prostate Cancer: The European 
Association of Urology Position in 2018. Eur Urol, 2018) demuestra buenos resultados oncológicos con mínimos efectos adversos. En cuanto a la disfunción eréctil y continencia los datos son muy buenos.

El principal problema es que aún no hay datos a largo plazo que nos permitan certificar este tratamiento.

¿Cuáles son las secuelas de la terapia focal?

La motivación de este tratamiento es conservar la calidad de vida del paciente ofreciendo un buen control oncológico. Es muy poco frecuente que, si se realiza adecuadamente el procedimiento se afecten la continencia y la erección.

El procedimiento dura aproximadamente 1 hora y se puede realizar con anestesia epidural. El ingreso suele ser de 24 horas y al alta el paciente debe llevar una sonda vesical unos días en casa.

¿Cuáles son sus ventajas frente a otros tratamientos?

La principal ventaja para el paciente es que puede tratarse un cáncer de próstata de manera rápida, con un ingreso mínimo y conservando la erección y la continencia.

Es un tratamiento seguro que posteriormente requiere un seguimiento con análisis (PSA), imagen (RMNmp) y repetición de biopsias, según un protocolo previamente establecido.

¿Se realiza en todos los hospitales españoles?

La Terapia Focal se realiza en pocos Servicios de Urología del país. Requiere un buen estudio previo del paciente con una RMNmp y biopsia dirigida que nos dé la seguridad de un diagnóstico adecuado para poder planificar el procedimiento.

Además se debe disponer de la tecnología necesaria y del acceso a una buena RMN mp y biopsia para realizar un buen control post-tratamiento.

En el Servicio de Urología del Hospital San Rafael llevamos más de 5 años realizando RMNmp antes de cualquier biopsia y utilizando esta misma RMNmp en nuestro protocolo de Vigilancia Activa del cáncer de próstata. Esto hace que podemos ofrecer a nuestros pacientes esta dilatada experiencia y que nos permita tener la tranquilidad de poder controlar perfectamente la evolución de los casos.

Nos parece una opción interesante de tratamiento para los pacientes adecuadamente seleccionados y completa el arsenal terapéutico disponible para pacientes con cáncer de próstata de bajo riesgo.


Sobre el Dr. Ricardo García Navas

El Dr. Ricardo García Navas se licenció en Medicina en la Universidad Complutense de Madrid en el año 2000, en la especialidad de Urología. A lo largo de su amplia trayectoria, ha estudiado las últimas tecnologías relacionadas con las salud masculina y ha desarrollado también una amplia actividad investigadora. Forma parte del equipo de Urología San Rafael desde el año 2006. Su áreas de especialización con el cáncer de próstata, la cirugía mínimamente invasiva, cirugía robótica, Andrología y Fertilidad.