El movimiento Movember nació en Australia en noviembre del año 2003 cuando un grupo de jóvenes tuvo la idea de dejar crecer sus bigotes para apoyar a un amigo enfermo de cáncer de próstata. De ahí que el nombre de esta iniciativa, Movember, surja de la fusión de las palabras moustache (bigote) y november (noviembre). Al año siguiente, se creó la Fundación Movember, que comenzó a recolectar fondos para destinarlos a la lucha contra el cáncer de próstata en Australia.
A partir del 2007, el movimiento fue teniendo repercusión en más países, hasta que poco a poco se ha convertido en un movimiento de talla internacional. A día de hoy es un evento anual que se celebra en todo el mundo.
Movember tiene como objetivo concienciar sobre algunos problemas de la salud masculina, como pueden ser los cánceres de próstata y de testículos, así como la depresión masculina. Su celebración también pretende recaudar fondos para destinar a alguna entidad que trate dichos problemas.
El movimiento anima a los hombres a dejarse bigote durante todo el mes, como rasgo distintivo para sensibilizar y educar a la población sobre la salud masculina. Igual que otras enfermedades, como el cáncer de mama con el lazo rosa, tienen así una mayor visibilidad. Con esta acción, junto con el símbolo del bigote, se pretende dar voz a las enfermedades “silenciosas” que afectan a los hombres.
Tumores más frecuentes en hombres
Según la SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica), los cánceres más frecuentes diagnosticados en varones en España en el 2020 serán los de próstata, colon y recto, pulmón y vejiga urinaria. A mucha distancia, los siguientes cánceres más habituales serán los cánceres de cavidad oral y faringe, riñón, hígado y estómago, los linfomas no hodgkinianos (LNH) y el cáncer de páncreas, todos ellos con más de 4.000 casos al año.
Los tipos de cáncer con los cuales se centra el movimiento Movember son:
- El cáncer de próstata. Es el más frecuente entre varones. Aproximadamente 1 de cada 9 hombres será diagnosticado con este cáncer que afecta a más de 5 millones de hombres en el mundo.
- El cáncer de testículos. Es el segundo cáncer más común entre los jóvenes. Todos aquellos hombres de entre 15 y 40 años son los que corren más riesgo de desarrollarlo.
Prevalencias
La prevalencia es la proporción de la población que está sujeta a esta enfermedad en un periodo o en un momento determinado e incluye a todas las personas que habiendo sido diagnosticadas de esta enfermedad en el pasado (reciente o lejano) que están vivas (estén curadas o no). La prevalencia se encuentra determinada por la supervivencia, es decir, la prevalencia es más elevada en los tumores con mayor supervivencia, mientras que los tumores con supervivencias más cortas podrían tener una menor prevalencia aunque se diagnostican más frecuentemente.
Los datos de SEOM 2020 establecen una prevalencia a 5 años en próstata del 25.8%; colorrectal, del 15.3%; vejiga, del 11.7%; pulmón, del 4.9%; riñón, del 3.7%; LNH, del 2.9%; labios y cavidad bucal, del 2.3%; leucemia, del 2.2%; laringe, del 1.9%; melanoma, del 1.8%, y otros, del 27.3%.
Prevención cáncer de próstata
El cáncer de próstata no se puede prevenir de manera segura. Muchos factores de riesgo, tales como la edad, la raza, y el antecedente familiar no se pueden controlar. No obstante, existen algunas medidas que se pueden tomar para tratar de reducir el riesgo de padecer cáncer de próstata.
Los efectos del peso corporal, la actividad física y la alimentación sobre el riesgo de cáncer de próstata no están del todo claros, aunque sí se pueden tomar medidas que podrían reducir el riesgo. Por ahora, el mejor consejo relacionado con la alimentación y la actividad física para reducir posiblemente el riesgo de padecer cáncer de próstata consiste en:
- Lograr y mantener un peso dentro de un rango saludable.
- Mantenerse físicamente activo.
- Seguir un patrón de alimentación saludable que incluya una variedad colorida de frutas y verduras, así como granos integrales, y que a su vez evite o limite el consumo de carnes rojas y procesadas, bebidas endulzadas con azúcar y alimentos altamente procesados.
- La revisión periódica anual de los niveles de PSA pueden tener un papel en el cribado, sobretodo entre los 55 y los 69 años. Se ha visto que cambios en el contenido graso de la dieta pueden generar fluctuaciones en los niveles de PSA.
Sobre el origen del cáncer de próstata
Según la American Cancer Society, los investigadores desconocen exactamente qué causa el cáncer de próstata. Sin embargo, han encontrado algunos factores de riesgo y han logrado avanzar en la comprensión de cómo estos factores pudieran causar que las células de la glándula prostática se conviertan en células cancerosas.
En términos generales, el cáncer de próstata es causado por cambios en el ADN de una célula normal de la próstata. El ADN es el químico en nuestras células que conforma nuestros genes, y que controla cómo funcionan nuestras células. Por lo general, nos asemejamos a nuestros padres porque de ellos proviene nuestro ADN. Sin embargo, el ADN afecta algo más que sólo nuestra apariencia.
Se ha postulado que la inflamación crónica de diversos orígenes podría tener un papel causal. Los niveles elevados de testosterona, en cambio, no se han asociado con un mayor riesgo. Si que se ha visto que en la población afroamericana, el cáncer tiene una incidencia familiar más elevada y una mayor agresividad.
Tratamiento del cáncer de próstata
A pesar de que las recomendaciones de tratamiento dependerán de varios factores, hay líneas generales establecidas por la American Society of Clinical Oncology para el tratamiento del cáncer de próstata en su estadio inicial y localmente avanzado, así como en el cáncer de próstata avanzado y metastásico.
–Cáncer de próstata en estadio inicial (estadios I y II). Por lo general, el cáncer de próstata en estadio inicial crece muy lentamente y puede tardar años en causar algún síntoma u otros problemas de salud, si es que alguna vez lo hace.En consecuencia, puede recomendarse la vigilancia activa. También se pueden sugerir tratamientos focales como son la radioterapia con intención curativa (ya sea con haz externo o braquiterapia exclusiva) o la cirugía radical.
Para los hombres que tengan una puntuación de Gleason más alta (índice de grado de agresividad del tumor), el cáncer puede ser de crecimiento rápido; por ello, la prostatectomía radical y la radioterapia con o sin bloqueo hormonal, con frecuencia, son apropiadas. El médico tendrá en cuenta su estado de salud general antes de recomendar una opción de tratamiento.
–Cáncer de próstata localmente avanzado (estadio III). Para algunos pacientes con un tumor más avanzado localmente, es menos probable que los tratamientos locales solos, como cirugía y radioterapia, eliminen el cáncer. En estas situaciones, radioterapia con bloqueo hormonal es una de las opciones, aunque la cirugía puede tener un papel también importante en pacientes muy seleccionados. En estos casos la radioterapia se puede realizar mediante haz externo (RT externa) o bien mediante un tratamiento combinado de radioterapia externa con braquiterapia, que permite alcanzar dosis efectivas más altas.
Supervivencia
Las tasas de supervivencia proporcionan una idea del porcentaje de personas con el mismo tipo y etapa de cáncer que siguen vivas durante cierto tiempo (generalmente 5 años) después del diagnóstico. Estas tasas no pueden indicar cuánto tiempo vivirá un paciente, pero pueden ayudar a tener un mejor entendimiento de cuán probable es que su tratamiento sea eficaz.
En general, las tasas de supervivencia para el cáncer de próstata son muy buenas. Estas tasas relativas a cinco años son una de las mejores maneras de ver el impacto del cáncer de próstata. Las tasas de supervivencia relativas asumen que los pacientes morirán de algo más que del cáncer de próstata, y luego las tasas de mortalidad se comparan con las de pacientes sin cáncer de próstata. Las tasas de supervivencia a 5, 10 y 15 años para todos los hombres con cáncer de próstata no diseminado son casi del 100%, 98% y 93%, respectivamente.