El trsplante de riñón mediante cirugía robótica por ahora es una técnica en periodo de pruebas, pero en breve se podría convertir en un procedimiento sistemático: se trata de trasplantar un riñón de un donante vivo a otro utilizando un  robot que ejecuta con suma precisión los movimientos que el cirujano realiza en una consola. Las primeras intervenciones han funcionado de forma impecable. El da Vinci, robot quirúrgico apto para un gran abanico de operaciones, fue lanzado al mercado en el 2010 por la empresa estadounidense Intuitive Surgical.

La tecnología da Vinci ya está disponible en diversos hospitales y centros médicos, pero es la primera vez en España que se emplea para una operación tan compleja como un trasplante de riñón. El empleo del robot en los trasplantes de riñón permite reducir al máximo la cirugía. Un ejemplo es la extracción del riñón por nefrectomía transvaginal -es decir, a través de la vagina de una donante- introduciéndolo posteriormente en la receptora mediante una incisión en el ombligo. Todo ello evitó la habitual cirugía abierta.

La alternativa robótica comporta numerosas ventajas. Un aspecto clave es que minimiza las complicaciones porque solo se realizan cuatro pequeñas incisiones en el abdomen para colocar los brazos del robot, lo que obviamente reduce el riesgo de infecciones, la pérdida de sangre, el dolor, las cicatrices y, en definitiva, el periodo de obligada hospitalización (solo 48 horas). La operación, además, dura prácticamente lo mismo, un aspecto clave .

El funcionamiento del da Vinci es fácil de asimilar. En primer lugar, al igual que en una laparoscopia con cámara incorporada, el cirujano se guía a partir de lo que observa en una pantalla. El cambio viene a continuación: en lugar de mover el bisturí, por ejemplo, lo que se hace es maniobrar con los mandos de una especie de consola.

La gran ventaja es que el sistema interpreta los movimientos del cirujano (tamaño humano) y los traduce a la escala más pequeña de sus brazos articulados, además de eliminar de forma automática cualquier atisbo de temblor. El robot da Vinci es idóneo para una operación de alta precisión como un trasplante de riñón, en que son necesarias suturas en arterias de solo cinco milímetros.

La técnica es compleja pero está completamente estandarizada: en la India, país en el que ha sido desarrollada, se han llevado a cabo más de 400 trasplantes de este tipo. El objetivo es realizar trasplantes de riñón de forma sistemática utilizando esta tecnología.

 

Fuente: ElPeriodico