La tecnología robótica supone un importante avance en el tratamiento de las enfermedades oncológicas complejas. Es una técnica poco invasiva, de excelentes resultados estéticos y sumamente eficaz en el tratamiento de las enfermedades oncológicas.

La tecnología robótica nos abre posibilidades terapéuticas inexistentes previamente; nos permite alcanzar áreas anatómicas de acceso imposible por otras técnicas, en unas condiciones de excepcional accesibilidad, precisión y operatividad quirúrgica. Nos permite realizar cirugías menos disruptivas, con resultados funcionales muy superiores a las convencionales y tiene unas expectativas de desarrollo y crecimiento espectaculares.

Tal es el caso de la Prostatectomía Radical con Preservación del Espacio de Retzius en el cáncer de próstata. Esta es una técnica sólo accesible a la cirugía con robot; muy delicada y minuciosa, dificultosa desde el punto de vista técnico al realizarse en un espacio no superior a los 40-50cc, pero extremadamente respetuosa con las funciones normales del organismo. Es la técnica que permite eliminar el cáncer de próstata localizado con mejores resultados oncológicos y menos efectos secundarios en cuanto a incontinencia urinaria e impotencia sexual.

También podemos alcanzar resultados excelentes desde el punto de vista oncológico en el tratamiento del cáncer renal. Con el apoyo de la tomografía axial computerizada vascular con reconstrucción 3D podemos definir con extremada precisión el riego sanguíneo del tumor y seccionar exclusivamente los vasos que lo nutren, permitiéndonos la resección del tumor maligno con respecto al resto de tejido renal normal.

El sistema de cirugía robótica Da Vinci, es el único sistema de cirugía robótica multidisciplinar actualmente comercializado. Desde su introducción en el año 2000 su incremento ha sido progresivo y geométrico, de forma que en la actualidad hay 4.409 robots Da Vinci en el mundo, de los cuales 742 están ubicados en Europa. Se han realizado 5 millones de procedimientos, en su mayoría en el campo de la urología, con un ritmo de crecimiento anual que se aproxima a un 20%. En España la evolución ha sido más lenta; en la actualidad hay 71 robots (53) de estas características en funcionamiento, aproximadamente la mitad que en los países de nuestro entorno, con una distribución territorial muy irregular. La mayor parte de ellos en Cataluña y en el País Vasco, donde su implantación en la sanidad pública es importante, en el resto de España en menor número y surgidos por la iniciativa y esfuerzo de la sanidad privada.

La literatura científica publicada durante más de 15 años de actividad del robot Da Vinci lo abala como una cirugía más precisa y eficaz, más estética, con menos sangrado, menos dolorosa y con menor riesgo de infección. Los tiempos de estancia hospitalaria y recuperación son inferiores. La reinserción laboral, social y personal del paciente es mucho más rápida; un cúmulo de buenas razones para el paciente.

Pero para el cirujano, y desde el punto de vista quirúrgico, los cambios no son menos importantes; nos obliga a un cambio conceptual respecto a la técnica quirúrgica tradicional. En principio porque esta tecnología nos permite actuar con máxima precisión en espacios muy reducidos las vías de disección tradicionales se superan dando paso a vías de disección más anatómicas y por ello mucho menos disruptivas, más funcionales. Podemos disponer in situ de toda la información diagnóstica integrada de tal forma que podemos acomodar la técnica quirúrgica más adecuada a las necesidades de cada paciente concreto y modificarla en el momento si la situación así lo requiere. Se nos abre el camino a una cirugía más eficaz, precisa, individualizada, dinámica y funcional.

La incorporación de información acumulada en internet y el análisis e integración de big data nos permitirá crear protocolos quirúrgicos individualizados de máxima precisión y nos permitirá crear automatismos en determinadas fases de la cirugía. Es lógico pensar que con técnicas de inteligencia artificial, como el deep learning, caminaremos hacia una automatización cada vez mayor de los procedimientos. La multicirugía, o cirugía dual, es ya accesible y la telecirugía estará al alcance de nuestras posibilidades en no mucho tiempo.

Fuente: Libertad Digital