Hoy compartimos con vosotros las palabras de Juan Blanco, editor de ConSalud.es, donde nos habla del robot da Vinci y la revolución que ha supuesto para la cirugía moderna.

El desarrollo de la medicina moderna no hubiera sido posible sin el desarrollo paralelo de las tecnologías sanitarias. Hoy día es imposible, en la mayoría de los casos, dar un diagnóstico preciso sin antes hacer las correspondiente pruebas de laboratorio, de diagnóstico por imagen e incluso genéticas en muchos casos.

Lo mismo ocurre con las técnica quirúrgicas. La evolución de la cirugía mínimamente invasiva, experimentada en la última década, ha revolucionado el mundo de la cirugía moderna. El desarrollo de la cirugía laparoscópica es, para algunos especialistas, uno de los avances más importantes en la cirugía moderna de los últimos años, pero tan sólo se trata de una tecnología en proceso de transición hacia la cirugía robótica.

El desarrollo del Sistema Quirúrgico Da Vinci, diseñado por ingenieros de la NASA, supone una revolución tecnológica sin precedentes en este campo y el máximo exponente de la cirugía mínimamente invasiva de alta precisión, alcanzando el equilibrio perfecto entre la menor agresión quirúrgica y el mayor beneficio para el paciente.

El resultado no deja lugar a dudas: mayor precisión del cirujano, lo que proporciona menor daño colateral, menor sangrado durante la intervención, menos dolor, recuperación más rápida y con menos probabilidad de infección, son algunos de los beneficios para el paciente.

Cada vez son más las indicaciones quirúrgicas del Robot Da Vinci en cirugía general, digestiva, ginecológica, etc., pero es la urología la especialidad donde más se ha desarrollado la cirugía robótica ya que sus ventajas son numerosas en comparación con otras técnicas quirúrgicas clásicas que comprometen la evolución del paciente.

Pero la cirugía robótica sólo acaba de comenzar y su futuro es tan prometedor como la voluntad humana de desarrollar nuevas técnicas que mejoren la esperanza y calidad de vida de las personas. Es de suponer que las nuevas generaciones de robots médicos proporcionarán mayor seguridad al paciente disminuyendo el contacto humano durante la cirugía para evitar infecciones, incluso realizando operaciones remotas donde el cirujano se puede encontrar a kilómetros de distancia del paciente, gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación. Otro de los avances que previsiblemente se dispondrá en los próximos años es una mejora considerable de las técnicas de realidad virtual en 3D, que permitirá un mejor manejo del campo quirúrgico, incluso la incorporación de sensaciones táctiles para que el especialista pueda beneficiarse de lo mejor de la cirugía tradicional pero aprovechando las ventajas de la cirugía robótica.

Los próximos años es posible que veamos otra revolución tecnológica en el campo de la cirugía, pero por mucho desarrollo que se alcance, hoy por hoy, las maquinas no pueden operar de forma autónoma y mucho menos tomar decisiones, por lo que la experiencia y cualificación del médico sigue siendo el factor más importante en la cirugía robótica.