Hoy queremos ofreceros algunos detalles sobre la evolución del Cáncer de Próstata con el objetivo de profundizar en el conocimiento de la enfermedad, sus posibles síntomas y las distintas opciones a la hora de optar por un tratamiento.

En general, el cáncer se produce por un crecimiento anómalo o descontrolado de las células, convirtiéndolas en cancerosas. Estas se pueden producir en casi cualquier parte del cuerpo, además de que se pueden propagar.

Por tanto, el cáncer de próstata es el crecimiento acelerado de las células de esta glándula propia de los hombres, situada bajo la vejiga y delante del recto.

En su etapa inicial, la enfermedad no tiene por qué presentar signos o síntomas y, como venimos insistiendo en anteriores publicaciones, la detección en estas etapas tempranas es fundamental para poder combatirlo.

Sin embargo, sí hay síntomas que pueden ser indicativos de anomalías como pueden ser la necesidad constante de orinar, un flujo débil, interrumpido o que implica esfuerzo al orinar, la presencia de sangre en la orina o en el líquido seminal. Además, el cáncer de próstata puede manifestarse por orinar con urgencia de manera frecuente durante la noche, por la aparición de la disfunción eréctil, sentir dolor o ardor al orinar y notar molestias al estar sentado (como consecuencia del aumento de tamaño o inflamación de la próstata).

En caso de que el cáncer se haya propagado a otras partes del cuerpo, el paciente puede notar dolor en la espalda y/o las caderas así como hinchazón en las piernas o los pies, pérdida de peso sin aparente motivo, fatiga y cambios de hábitos a nivel intestinal.

Como hemos tratado en multitud de ocasiones, a partir de los 50 años se abre el periodo donde los hombres son más vulnerables a la enfermedad y por tanto, recomendamos realizar las correspondientes revisiones urológicas para estar tranquilo. Mediante un simple tacto rectal o un análisis PSA se pueden obtener datos suficientes para realizar un diagnóstico por parte de su urólogo.

En caso de un diagnóstico positivo, dentro de las posibilidades de tratamiento para afrontar el cáncer de próstata, la Cirugía Robótica se convierte en una opción inmejorable que ofrece múltiples ventajas tanto al cirujano como, sobre todo, al paciente. Estas ventajas suponen un menor sangrado durante la intervención gracias a las mínimas incisiones del Robot da Vinci, un periodo de hospitalización menor y una incorporación a la vida cotidiana mucho más rápida, pudiendo abandonar el hospital entre 24 y 48 horas después de la intervención.

Os recordamos que todo el equipo de la Unidad de Cirugía Robótica San Rafael nos encontramos a vuestra entera disposición para resolver cualquier duda o consulta que pueda surgiros en relación a las posibilidades de intervención ante un diagnóstico de cáncer de próstata.